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SU SALUD
La lana protege su cuerpo mientras duerme. Ajusta su temperatura corporal y le mantiene seco para que esté descansado al despertarse.
Ácaros
Los ácaros son la razón que provoca la mayoría de los casos de asma y alergias. El ácaro es un arácnido microscópico que sobrevive y se adapta mejor en ambientes húmedos, calurosos y oscuros tales como nuestras camas. El ácaro no soporta el frío ni climas secos y debido a que nuestro dormitorio normalmente está caliente y húmedo por tener demasiada temperatura en la habitación, los ácaros no solo aparecen sino que sobreviven en nuestra cama.
Pasamos alrededor de 8 horas cada noche en nuestra cama lo que hace que el ácaro tenga más que suficiente para comer. Lo que más le gusta son las escamas muertas de nuestra piel y de ellas se alimenta, pero son sus heces y los huevos que deja a su paso los que son perjudiciales para nuestra salud. Esto es lo que respiramos durante la noche y es la razón por la que nos levantamos con molestias en la nariz y en la garganta por la mañana.
Los primeros síntomas de alergia a los ácaros son la nariz tapada, legañas, estornudos y asma. En algunos casos hasta se han descubierto eczemas crónicos debido a las alergias.
La lana previene la alergia a los ácaros
La lana no es húmeda y está siempre limpia, de hecho es el material más limpio sobre el que podríamos dormir. Gracias al alto grado de ventilación de las fibras de lana, la cama se mantiene seca y la temperatura del dormitorio baja.
Evite las alfombras en el dormitorio y asegúrese de que siempre haya buena ventilación.
El plumón y las plumas son materiales muy populares para nuestra cama pero no solo absorben sino que mantienen la humedad. Esto mantiene el clima húmedo del dormitorio y es muy dañino para nuestra salud. Pero hay fácil solución contra la dañina humedad y es, simplemente, utilizando lana en nuestra cama.
La organización mundial de la salud (WHO) sitúa la alergia a los ácaros en el 6º lugar entre las enfermedades mundiales.